Las varices son una enfermedad que afecta a las venas de las piernas.
Es debido a diversos factores, que las venas se ensanchan, dilatan y se vuelven tortuosas. Esto provoca problemas de circulación sanguínea que pueden ser muy perjudiciales para la salud además de lo antiestético de las varices.
Las personas que sufren de varices, tienen pesadez de piernas, calambres, picores e incluso fuertes dolores.
Una de cada diez personas padece de varices, siendo más frecuentes en las mujeres, sobre todo por efecto de los embarazos y las hormonas.
Las varices se forman por un mal funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas. Estas válvulas, ayudan a que la sangre siga su camino hacia el corazón.
Existen varias formas de tratamiento disponibles tanto para mejorar la apariencia física de sus piernas, como para aliviar los síntomas o molestias asociados con la presencia de varices y evitar las complicaciones que se asocian a las mismas, particularmente cuando son grandes y han estado presentes por mucho tiempo.
El primer paso, probablemente el más importante, es encontrar un médico con experiencia en el diagnòstico y tratamiento de las varices.
Dicho especialista, además de practicar un examen físico con especial énfasis en su circulación venosa, podrá realizar estudios diagnósticos adicionales para determinar la causa, severidad y la mejor opción terapéutica disponible para su problema de varices en particular.
Los estudios diagnósticos más comúnmente empleados son el ultrasonido doppler o duplex, ambas técnicas son totalmente no invasivas, de fácil ejecución, lo que equivale a decir que no es necesario ningún tipo de agujas o inyecciones de medios de contraste para evaluar el grado y factores desencadenantes de la aparición de varices.
Lejos estamos de aquellos tiempos en que el tratamiento de las varices consistía única y exclusivamente en la safenectomía, es decir, la extracción de la vena safena interna o externa en todo su trayecto.
La mayoría de las veces que arrancaba una vena safena normal quedando sin tratar numerosos trayectos varicosos alejados de la misma e inevitablemente al poco tiempo resurgían las varices.
Este tipo de operaciones que se utilizaban en el tratamiento de las varices, además de dejar cicatrices poco estéticas, tienen el agravante de que se extrae sistemáticamente una vena, como es la safena, que tiene la particularidad de constituir el mejor elemento para usar como injerto en los bypass arteriales, intervenciones hoy día comunes en cardiología. De ahí su escasa recomendación hoy dia para el tratamiento de las varices.
Actualmente, la consigna de los flebólogos es realizar tratamientos para eliminar las varices conservadores actuando únicamente sobre los trayectos varicosos, respetando las venas safenas a fin de preservarlas para un futuro posible bypass, y sin perder de vista ni un instante la estética de las piernas, que es en definitiva el principal factor tenido en cuenta por las mujeres que se someten a tratamiento para eliminar las varices y asi embellecer sus piernas.